
Según reporta Reuters Health, los ácidos grasos Omega-3 pueden reducir los síntomas de depresión durante el embarazo. Se realizó una pequeña prueba clínica con 36 mujeres (de las cuales 24 terminaron la prueba). A una parte del grupo se le administraron dosis de 3.4 gramos de Omega-3, y a la otra parte se le administró un placebo. Al final del estudio 64 por ciento de las mujeres que consumieron los Omega-3 mejoró significativamente, en comparación con 24 por ciento del grupo al que se le administró el placebo.
Al parecer, existe una relación entre la disminución de los ácidos grasos Omega-3 (por los requerimientos del bebé en gestación) y la depresión en el parto. La historia completa en Reuters Health.
Es un motivo más para consumir aceites vegetales como los de oliva, soya, lino (o linaza) o de pepita de uva. En esta página de Botanical Online aparece un artículo sobre fuentes vegetales de Omega-3. Estos elementos también se encuentran en grandes concentraciones en algas, pescado, crustáceos y moluscos. En esta página del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación aparece un listado de pescados y mariscos con su contenido de ácidos grasos. Ante la queja escuchada con frecuencia ("¡Es que no sé cocinar pescados!"), aquí hay algunas recetas.
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