El colecho es una práctica que consiste en hacer que los bebés duerman junto con su madre desde recién nacidos y, aproximadamente, hasta los seis meses. Es utilizada con varios propósitos: que el bebé se sienta más tranquilo por la cercanía con su madre, que la madre amamante con mayor comodidad y sin tener que levantarse a media noche (o que sienta el temor de quedarse dormida y que el bebé pueda soltarse de sus brazos) y propiciar un mayor vínculo afectivo, emocional y de aprendizaje entre madre y bebé.
El tema es controvertido, pues los opositores a esta práctica sugieren que los bebés podrían ser aplastados por la madre (o el padre), o que se incrementan los riesgos de la muerte de cuna por diversos motivos. No obstante, los defensores aseguran que la madre se hace más consciente de los movimientos y ruidos del bebé, por lo cual pueden darse cuenta mejor en caso de que algo raro ocurra, que la madre se siente menos cansada y es más probable que mantenga la lactancia por más tiempo y que madre y bebé se ven beneficiados emocionalmente con la práctica.
Si han decidido recurrir al colecho por cualquier motivo, y luego de informarse bien sobre las ventajas y los inconvenientes, pueden consultar también información de la UNICEF sobre el mejor modo de practicar el colecho. El vínculo lleva a un PDF con consejos de seguridad que pueden ser impresos y conservados a la mano como referencia.
Sobre todo se enfatiza siempre que el colchón debe ser firme, no acalorar demasiado al bebé o arroparle demasiado y no practicar el colecho si se fuma, se consume alcohol (u otras drogas) o si se siente una fatiga extrema. También se sugiere no practicar el colecho en un sofá.
Sé que existen algunos camastros pequeños y cunas que se pueden ajustar para que el bebé quede junto al lecho de su madre pero no en la misma cama. Aquí hay algunos que he encontrado en la red:
En Amazon (modelos para pegar a la cama de los padres):
Un modelo anunciado en España:
En México vi algo parecido al modelo español en Liverpool, aunque lo ofrecían como "cama portátil". Si obtengo el dato después, lo publicaré.
2 comentarios:
Tengo dos hijos adolescentes y ya pasé por esa etapa tan bella y llena de incógnitas que son los primeros meses en la vida de un ser humano. Mi opinión sobre el colecho es que de preferencia, en los primeros meses, un bebé debe dormir en su propio espacio, sea cuna, "moisés" o bambineto, aunque sí debe estar en la misma habitación de los padres (o de la mamá o la persona que lo cuide). Es sólo un punto de vista, pero para mí fue bueno con mis dos hijos.
Nosotros también creemos que es mejor que cada bebé tenga su espacio y, de preferencia, esté en la misma habitación. Nosotros estuvimos en la misma habitación hasta que mi nena cumplió cinco meses. Luego pasó a su cuarto con su cunita y parece que le vino bien. Creo que así siente menos calor y, de seguro, el aire es más fresco. Aunque extraño abrir los ojos y no verla ahí, junto.
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