viernes, 29 de mayo de 2009

Calculadoras de APGAR

Como hemos notado el interés por la escala de apgar, incluiremos unos vínculos a calculadoras. Éstas son útiles para alguien que sepa evaluar el estado general de un bebé, pero pueden darnos una idea de cómo de suman los puntos para una calificación. La información está en inglés.

http://www.mdcalc.com/apgar-score

http://www.webcalc.net/calc/0334.php

Cómo mi bebé aprendió a dormir sola, cómo volvimos a tener tiempo para nosotros y cómo volvimos a dormir nosotros


Desde que mi nena era una cosquilla dentro de la panza de mami, una amiga muy querida nos recomendó leer el libro Duérmete, niño. Ella, con la experiencia de ser madre, sabía la importancia y las repercusiones que tendría la forma de dormir de nuestra bebé. Otro día relataré los otros métodos que utilizamos (y que funcionaron en un momento), pero por ahora... hablaré de cómo eran nuestras noches antes de leer el libro.

Yo llegaba a casa aproximadamente a las 19 horas, preparado para bañar a mi nena. Preparábamos el agua, la bañaba, la cambiaba y, a eso de las 19:40, me sentaba con ella en el sillón a darle su biberón (su cena).

Hasta ese punto todo era idílico. Las sonrisas de mi bebé, el calorcito al cargarla. Terminaba su leche, luego a sacarle el gas... y ahí comenzaba la ópera. Si intentaba acostarla, llanto, más llanto, aún cargándola. Cuando parecía haberse quedado dormida, despertaba con mayor ímpetu. La salida de los dientes no estaba ayudando mucho.

Un día, luego de dormirla después de una hora y media de arrullos, canciones, relevos y masajes por si el gas en la pancita, estábamos exhaustos, hambrientos, incómodos y otras sensaciones poco placenteras.

Al día siguiente, el sábado, compramos el libro del doctor Estivill y Silvia Béjar en una librería de Coyoacán.

Chibichibi lo leyó con voracidad inusitada. Yo escuchaba lo que me leía. Después lo leí velozmente, las partes que tenía que ver con mayor prontitud.

Intentamos.

Creo que la técnica del libro se puede resumir así: hay que enseñar a un bebé a dormir solo, crear una rutina antes del sueño, darle un objeto que le ayude a desarrollar seguridad, crear un entorno regular, constante, que esté cuando el bebé se acuesta y permanezca si el bebé despierta. Luego, si llora, hacerle notar que uno está ahí cada determinado tiempo (con pausas que son cada vez más largas) pero no tratar de ayudar al bebé a dormir con los métodos que solemos utilizar.

El proceso de "entrenamiento" es difícil al principio, cuando el bebé llora porque ocurre algo distinto de lo que estaba acostumbrado: no depende de alguien más para tratar de dormir. El llanto puede llegar a ser de veinte minutos o más, que parecen dos horas, pero al final, el bebé comienza a notar qué está ocurriendo. Con cada día que pasa, si se siguen las instrucciones fielmente, comienza a notarse una disminución en el tiempo de llanto y de las veces en que despierta durante la noche (al aprender a dormir solo, el bebé ya no necesita ser consolado o arrullado, sabe cómo volver a dormir, aunque al principio requiera llorar un poco).

Notamos que a ella la tranquilizaba más tener una luz suave que estar a oscuras, por lo que le pusimos una lámpara de noche.

Los llantos disminuyeron, hasta ser prácticamente de un minuto o menos antes de quedar dormida.

Un día, mi bebé comenzó a hacernos notar que ya tenía sueño y quería ir a dormir, sola.

Mientras cenaba, comenzó a indicarnos que ya no quería comer, se tallaba los ojos, levantaba su plato, reclamaba. La cargué, la llevé a su cuna, la acosté, abrazó a su oso de peluche y se durmió, toda la noche, sin despertar llorando.

Existen otras técnicas planteadas para dormir a los bebés. A algunos no les agrada la idea de que el bebé duerma y uno no se acerque a consolarlo (aunque los papás le hagan notar que ahí siguen, que no lo han abandonado), pero todo es parte de un proceso, así como de aprender que el llanto no siempre indica tristeza, sino que es una forma de expresión de los bebés.

Hemos visto sitios de Internet donde a Estivill lo llaman ángel, lo bendicen, le dan las gracias. Tal vez este escrito sea una forma de agradecer.

El texto cuesta 150 pesos en promedio.

jueves, 28 de mayo de 2009

Cómo una pequeña se convierte en huracán

Comenzamos este blog ya hace un tiempo. Pero de un momento a otro, nuestra nena comenzó a moverse más, levantarse, gatear... el trabajo también aumentó, en casa y en la oficina, y de pronto este blog entró en estado de hibernación.
Al menos en cuanto a entradas, porque hemos seguido recopilando información interesante que comenzaremos a publicar muy pronto.
Mientras tanto, que se note que seguimos aquí, aún con deseos de compartir información y experiencias.

La historia de este blog

Este sitio es pera dulce porque a mi nena le gusta la pera. Esa fruta fue la primera que probó, su primer descubrimiento de otro sabor distinto a la leche... y el origen de muchas sonrisas que iluminaron nuestro mundo completo.
Sabemos que muchos otros padres están buscando información justo en este momento... y nosotros ya la habíamos buscado o la seguimos buscando, así que les compartiremos aquí lo que hemos encontrado y seguimos hallando. Entre la emoción del embarazo y la proximidad del nacimiento, a veces no tenemos bien claro por dónde comenzar. Así que pueden comenzar aquí y regresar seguido.
Dejen sus comentarios, saludos... envíen correos electrónicos con peticiones... y esperamos que la información les sirva mucho.

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